lunes, 29 de junio de 2009

EL ANCIANO, EL NIÑO Y EL BURRO

NARRADORA: Érase una vez un anciano y un niño que viajaban con un burro de pueblo en pueblo.Llegaron a una aldea caminando junto al asno y al pasar por ahí, un grupo de jóvenes se burló de ellos.

JOVEN : ¡Qué par de tontos!... Tienen un burro y, en lugar de montarlo, van los dos caminando. Por lo menos, el viejo podría subirse al burro.

ANCIANO: Tienen razón, hijo.

NIÑO: Móntese usted, abuelo, que usted está más cansado.

NARRADORA: El anciano se subió al burro y prosiguieron la marcha. Llegaron a otro pueblo y, al atravesarlo, una vecina se molestó mucho cuando vio al adulto sobre el burro y al niño caminando al lado.

MUJER: ¡Parece mentira!... El viejo sentado y el pobre niño caminando. ¿Cómo no le da vergüenza?

ANCIANO: Tiene razón, hijo. Yo estoy aquí tan cómodo y tú…

NIÑO: Pero, abuelo, si yo no estoy cansado…

ANCIANO: Cambiemos. Móntate tú ahora en el burro.

NARRADORA: El anciano y el niño intercambiaron sus puestos y siguieron su camino hasta llegar a otra aldea.

HOMBRE: ¡El colmo!... Vengan a ver esto, vecinos… El joven montado en el burro y el pobre anciano, que no puede con su alma, caminando.

ANCIANO: Vamos a hacer una cosa, hijo.

NIÑO: Dígame, abuelo.

ANCIANO: Tú pesas poco. Creo que el animal puede con nosotros dos.

NARRADORA: El burro avanzaba sin problemas llevando al niño y al abuelo sobre el lomo. Pero cuando cruzaron junto a un grupo de campesinos…

MUJER: ¡Tengan compasión, caramba!... ¡Van a reventar a ese pobre animalito!

ANCIANO: Ya no sé qué hacer, hijo… Pero tienen razón, porque el burrito debe estar desfacellido …

NIÑO: ¿Y si lo cargamos, abuelo?

ANCIANO: ¿Cargar al burro?... Tal vez podamos…

NARRADORA: Y así llegaron al siguiente pueblo, el anciano y el niño con el burro sobre sus hombros.

JOVEN (CARCAJADA): ¡Nunca vimos gente tan boba!... Tienen un burro y, en lugar de montarse sobre él, lo llevan a cuestas… ¡Qué tontos!





MORALEJA....

Si te dejas guiar por las opiniones de los demás, acabarás como el anciano y el niño de este cuento, sin burro y sin llegar a ninguna parte. No hagas caso al qué dirán. Escucha únicamente la voz de tu corazón.