miércoles, 22 de julio de 2009

La casa del Miedo


Un fin de semana de de esos corrientes,
nos agrupamos la peña como haciamos casi siempre.
Hablamos y hablamos sin saber que hacer,
llegaba el viernes y volviamos a nacer.

Cansados ya de la misma rutina
alguien sugerió de irnos a una cantina.
Eramos cuatro, faltaba Juan Pedro
asi que todos juntos fuimos a recogerlo.

No hubo problema y se vino con nosotros,
fuimos en mi coche al garito ¨Elotro¨.
Una vez alli la cosa prometía
aun quedaba mucho para que fuese de día.

Reiamos y bebiamos sin dejar de hablar,
aunque la música parecia estallar.
La canción terminó y alguien se acercó
sin duda alguna aprovechaba la ocasión.

Con gesto rápido y bastante jeta,
puso en la mesa una tarjeta.
No la vi bien pero pude leer
y lo que leí no me pude creer.

Hablaba la tarjeta de la casa del Miedo,
el hombre no dijo nada se fue ligero.
Nos invitaban a pasar la noche entera
en una vieja casa en las afueras.

Todos nos mirabamos estabamos perplejos,
que se habra creido ese pendejo.
Aunque felices ya la bebida escaseaba
una cena gratis en la casa nos daban.

Después de habernos vistos los unos a los otros,
resolvimos ponerle fin al garito Elotro.
Ibamos vestidos para la ocasión,
nos aguardaba una noche de emoción.

Llamamos a un número que era Vodafone,
nos dijeron el sitio sin mas vacilación.
Como si se tratara de un sepelio
dieron cita previa en el cementerio.

Una vez llegamos todo estaba en calma,
no se veia ya ni una sola alma.
Hasta que una mujer a nosotros se acercó
portaba una lámpara que nos impresionó.

De aspecto siniestro, se hacía la tonta
nos mandó a seguir como quien no quiere la cosa.
Llegamos a la casa donde estaba su amo
una voz cercana me dijo, ¿nos vamos?

El amo nos dió la bienvenida, tenia olor a setas
el tio juraba no salber nada de la tarjeta.
Todos lo tomamos como si fuera un juego
no imaginamos lo que iba a pasar luego.

El salón estaba oscuro apenas iluminado,
alrededor de una mesa todos nos sentamos.
Se respiraba en el aire cierta tensión
nos presentamos sin mayor dilatación.

Tenía dos sirvientas que en todo servían,
Natasha y Natalía a esos nombres respondian.
Empezaron a contarnos una historia macabra,
el amo y sus sirvientas estaban como cabras.

Nos propuso acomodarnos en habitaciones,
parecia muy extraño tantas atenciones.
Cuidado Isra, donde nos metimos
demasiado pronto para darnos por vencidos.


Me asomé ala ventana, estabamos muy altos
de tener que huir, imposible dar un salto.
Alrededor de la casa, campos y muchos pinos
ya la cena me importaba tres pepinos.

Luego de instalarnos, nos sentamos todos juntos
nada mejor que aperitivos para quitarnos el susto.
El amo daba vueltas alrededor nuestra,
por fin dijo: todo eso no es de muestra.

Habia patatas, queso y jamón
hubierais visto a mi amigo el Ramón.
Las sirvientas nos servian las bebidas,
despues de todo eso, vendria la comida.

Estando a solas, algo raro sucedió
vino una niña que el cuento irrumpió.
Preguntaba por su padre una y otra vez,
nadie la vió nunca pues sin más, se fué.

Se lo hicimos saber al amo, sin retraso
si tiene pistola nos agarra a balazos.
decia que su hija murió con sus esposa,
no entendimos de que iba la cosa.

Nos queriamos ir pero no sabiamos donde,
cualquiera le hablaba al señor Conde.
A las sirvientas las tenia hasta el moño,
a nosotros nos mandó a buscar a su retoño.

Saliamos a fuera y eso no era un parque
el terreno de la casa contaba con cien acres.
Ibamos buscando pistas sin saber donde ir,
una de esas pistas me las lleve de souvenir.

Por los caminos ibamos todos juntos
mas de uno se llevo un buen susto.
Habia un hombre que nos tiraba grandes piedras,
y un loco suelto que llevaba una sierra.

Todo estaba oscuro, contabamos con velas,
las zapatillas estaban para verlas.
Corriamos por la tierra de arriba-abajo,
para estar asi, prefiero irme al tajo.

La última pista fue la mas ladina,
la habian metido en el fondo la piscina.
Y aunque de voluntario se ofreció Salvador,
terminó en el agua el que era el mayor.

Ya dentro de la casa estabamos mejor,
aunque era Septiembre y hacia calor.
La noche terminaba y el misterio no se resolvia,
sino lo conseguiamos más de una moriria.

Haciamos suposiciones con mucho trabajo.
el amo mientras tanto nos mandaba al piso de abajo.
Ibamos de uno en uno sin saber que nos esperaba,
antes que yo, Antonio bajaba.

Cuando llegó mi turno bajé con desparpajo,
casi me caigo escaleras abajo.
tumbas, zombies, mucho humo y un carnicero,
para colmo de males, después un carcelero.

Hice un trato y me pude escapar,
el alma de Salvador se llevarian sin tardar.
Una vez fuera por fin respiré,
lo que le hicieron a Salva, no me lo pude creer.

Me asomé a la ventana pero no veia nada,
sólo se oian los gritos que daba.
Se abrió la puerta y al fin salió,
verle la cara, era lo mejor.

Pasado el susto volvimos al salón,
ibamos todos a buscar una explicación.
Estaba el amo y sus sirvientes esperandonos,
ya no habia nadie molestandonos.

Se acercaba el final y la sirvienta confesó,
a la mujer del amo y a su hija asesinó.
Despues de presenciar una escenas de celos,
todo se aclaró finalmente entre ellos.

Cuando nos acostamos eran las siete mas o menos,
y al despertar un desayuno al menos.
El sol brillaba ya de nuevo era de dia,
mas de una cosa ahora comprendía.















miércoles, 15 de julio de 2009

Asesinato 3, 2, 1....

Erase una empresaria,una mujer un poco burda
¿o acaso se puede ser rica
con tremenda cara de burra
y además siendo zurda?

Servilia una fortuna poseia
joyas, dinero y dos o tres casas ella tenia
no obstante ahi estaba la doña
con peor cara que de costumbre y en el suelo tendida.

Tendida en su oficina de siempre
ya sin vida se encontraba con un balazo en la frente
en mi mano una pistola y detrás mia varios agentes
yo no fui, respondí de repente.

Encontré el arma en su mano derecha
la pobre ya maltrecha
Prometo que yo no fuí
Cuando llegué ya estaba todo asi.

Tiempo despues que pasara todo
ocurrió algo cuando me veia libre de este embrollo
ubicábame tranquilo tras una taza de té
vi a los agentes que me decian no se mueva pues lo vamos a detener.

-¿Por qué?-

Taraditos en.... ¨El Café ¨

Ismael: Oye Isabel, dime una cosa
Isabel: Una cosa
Ismael: !! Estaba yo pensando...
Isabel: ah, pero ¿tu piensas?
Ismael: si, no te lo queria decir pero si.
Isabel: Me dejas sorprendida.
Ismael: A veces suele pasar. Estaba yo pensando en recordar mis tiempos allá por el 92 de catador de Café y hacerme uno.
Isabel: Si claro de catador como cuando estuvistes de recolector en las tierras colombianas.
Ismael: Preparamelo tu anda que estas vestida.
Isabel: ¿ y tu por qué no te lo preparas?
Ismael: Pues muy sencillo porque no estoy vestido.
Isabel: No es eso lo que veo y eso que de la vista estoy bastante bien.
Ismael: Si mal no recuerdo la última vez que fuistes al oculista te dijo que tenias la vista cansada.
Isabel: No es asi, lo que dijo que la tenia poco motivada como me pasa con otras cosas.
Ismael: Si me preparas el café igual te puedo motivar de alguna forma.
Isabel: Esta bien lo haré aunque sólo sea por curiosidad.

-----------------5min despues------------------------

Ismael: ¿le falta mucho a ese café?
Isabel: Sólo unos pocos minutos.
Ismael: A ver....
Isabel: A ver al Cine.
Ismael: Te pones de una arisca...
Isabel: Pues mira habré salido a mi tia.
Ismael: a tu tia la de...
Isabel: Si a esa
Ismael: Vale, cuidado no te salga mal el café.
Isabel: ¿Por qué no mejor te lo preparas tu?
Ismael: Ya te vale para un favor que te pido.
Isabel: Siempre refunfuñas. Que si patatín que si patatán...
Ismael: Que si a la verita de San Juan...
Isabel: Voy a ver como va el Café
Ismael: Me parece que va perdiendo

Vaina

Una voz en mi interior
esa que siempre nos guia
fluyó de mi para decirme
no te alejes de tierra firme
que hace un mal dia.

Haciendo caso omiso a tal advertencia
embarqué sin miedos hasta que llegó la tormenta
un mar enfurecido amenazaba
con sus olas bravias lo que todos temian.

No sólo me refiero a la muerte, sino además a ignorar la suerte
lo recordé tarde y por eso te digo sin motivo aparente
hazle caso a esa voz interior que todos tenemos
es la mente.

Poemas cortos

1 La Historia siempre se repite:

Cuando tratemos de ver en el presente
acerca de sucesos ya pasados
nos encontramos con diferentes parte de la historia
sin ser para nada pesado.
En ellos descubriremos lo aseguro
parte de nuestro futuro.

2 Malestar:

Desespero por los malos remedios que me das
¿eso serias capaz de superar?
Porque si lo hicieras asi
tu misma podras valorar
si en verdad eres capaz
de remediar mi malestar

3 Toda vida ya esta escrita

No temas si te sientes perdido
Porque nada podrás hacer
sientate viajero y espera tu destino
nada de lo que hagas puede valer.

4 La muerte

Si sólo ante la muerte no esperabas nunca estar
cuando menos te lo esperes te puede pasar
Esperala con calma
Esperala con serenidad
pues a la muerte un hombre la combate
estando en paz.

martes, 14 de julio de 2009

Hablando de ti

Cuando más infeliz me veia
llegó ella a mi vida
el asombro se cruzó en mi camino
y fui feliz dia tras dia.

Pero no todo lo que reluce es oro
y mi suerte de pronto cambió
a finales de un mes de Julio
mi dicha se acabó.

Pasó el tiempo y nada de ella sabia
pero llegó el otoño y con él algo bueno sucedía
ameritaba la ocasión
y a nadie quiero ofender
puesto que no es mi intención

Un romántico encuentro
terminado en romántico revolcón

La Langosta

Paseando por la playa
a una langosta encontré
menudo bienestar que al verla noté
siendo un manjar como eres
para un exquisito paladar
ruego porque la marea
no te vaya a regresar
y si asi fuese, me pregunto yo
¿qué mas da?

Salvador Buendía

Ese que ves andando
el de las patas de pollo
de suerte no lo ves nadando
al último le salio un bollo.

A las olimpiadas se quiso presentar
pero debido a lo que sucedía
nadando le daba por golpear
asi de torpe era Salvador Buendía.

A su casa volvió el golpeador
ya sin medalla y enojado
pues quisiendo ser nadador
no paso de Zopilote Mojado.

Por eso amigo mio deja el papel de mirar
y más bien tus pies deberias de observar
si a las patas de un pollo se parecen
ya verás lo que se acontece
pues mis patas son de sardinas
Ay que ver, la que se avecina!